viernes, 2 de octubre de 2009

細くて赤い 糸 (El delgado cordón rojo)


- Basta por favor! No quiero más?

- Vamos siempre dices lo mismo

- Ouch…me duele?

- Es porque te estas quejando

- Ouch….por favor no mas….

- Uf uf…uf…un poco mas

- Voy a llorar! Duele! Para!

- Solo cierra los ojos y no pienses que te duele….un poco más.

RING RING

- Maldita sea! Bueno? Si señor mañana le tendré el informe, no se preocupe, claro…claro que entiendo que es importante, claro señor mañana en su escritorio, cuídese.

CLICK

- En que estábamos? Ah si! No tienes idea como me vuelves loco cuando tiemblas.

- Pe…pero prometiste que esta será la ultima vez…

- Claro…que si, esta vez será la última, ahora ven aquí y vuelve a ser la pequeña princesita de papa.

1 (Gato 1)


Son las 5 de la mañana, el sol apenas esta a medio camino, creo que hoy se quedo dormido y por eso va atrasado, todas la mañanas desde septiembre se duerme temprano pero cada vez duerme más porque se levanta más tarde.

PASAJEROS CON DESTINO A TOKIO EL TREN RAPIDO SE ACERCA, PREPARENCE DETRÁS DE LA LINEA PARA EL ABORDAJE.

Vivo en Kofu, pero mi padre me obliga todos los días a ir a una escuela en Tokio, dice que en los pueblos no hay buenos maestros, a mi me gustaría poder ir en una escuela mas cerca, siempre he querido tomarme Purikuras con mis amigas pero siempre están ocupadas, en Tokio la gente siempre esta ocupada. Creo que debo abordar…

Por la ventana puedo ver las casas moverse como si estuvieran bailando, el cielo es azul con nubes por todo el cielo, como me gustaría solo lanzarme al piso y verlas como se mueven, mirar como el viento las lleva a otro lado mientras yo recostada en el suelo me arrullo con la brisa de la tarde o quizás no en un campo, en algún parque, cerca de los columpios porque siempre he amado los columpios.

Vivir recostada sobre uno de ellos seria el paraíso….si tan solo fuera un gato, mi sueño es ser un gato.

SHINJUKU! SHINJUKU DESU

Si fuera un gato, los pervertidos no mirarían mis piernas solo porque tengo falda, serian tan cortitas y podría correr tan rápido, si fuera un gato podría ir a donde quisiera y no estaría encerrada en este vagón de tren donde puedo sentir en mi nuca la vaporosa respiración del salary man, seria tan pequeña que me acomodaría en cualquier porta equipajes del metro, sin tan solo fuera gato…si tan solo fuera gato no sentiría vergüenza ni miedo de aquella mano debajo de mi falda.

- Noriko!

Era una mañana soleada, el calor alcanzaba los 34° y solo se podía escuchar el chillido de los grillos, el cielo, no recuerdo como era el cielo pero si el rostro de Ayumu, era redondo como una calabaza, siempre portaba unos delgados lentes a pesar de que no los necesitaba, su uniforme siempre se mostraba impecable, la falda gris siempre debajo de las rodillas, la camisa blanca siempre abotonada hasta el cuello aunque el chalequillo gris le quedaba algo ajustado y es que es algo rellenita aunque la envidio porque los chicos siempre la miran cuando corre aunque lo que mas adoro de ella es su cabello, es largo, se mese entre las orejas y el cuello, la verdad no entiendo porque no tiene novio y porque la gente de la escuela abusa tanto de ella.

- Noriko! De nuevo te quedaste dormida; Ayumu se encuclilla frente a Noriko, una niña que es totalmente opuesta a ella, con un cuerpo delgado, unos dedos largos como los de un pianista, un cabello corto hasta el cuello, unos labios con forma de boca de botella y unas rodillas que siempre están cubiertas de curitas y parches de Hello Kitty.

Lentamente se incorpora mientras Ayumu se desespera por tal lentitud hasta que le extiende la mano y de un jalon la levanta – Si vuelves a peder una hora mas tendrás que venir en invierno; - Que mas da; en mi casa no hay nada que hacer, las vacaciones de verano fueron toda una píldora para dormir; desempolvándose las rodillas:- Eso es porque no estas en ningún club; - Imposible; - O tal vez algún deporte: - Imposible: - Una clase extra: - Sabes que mi padre no me deja entrar a ninguna de esas.

Ayumu se acomodo las gafas, era un tic para cuando se ponía nerviosa, el hecho de escuchar la palabra “ padre” de los labios de Noriko la ponía de nervios; - Bueno quizás si algún maestro hablara con el….; - IMPOSIBLE!: los ojos de Noriko se abrieron como persianas al amanecer, sus dientes se golpeteaban entre si y su cuerpo vibraba, lentamente y con un gran esfuerzo buscaba convertir ese manojo de nervios en una enorme sonrisa, era como si dentro de ella un par de Norikos jalaran lentamente una manivela esperando emparejar la boca hasta que finalmente esbozo una tenue sonrisa.

- Esta bien Ayumu; haciendo una reverencia; - Gracias por preocuparte por mi; Ayumu quien a decir verdad no sufría un enorme afecto por Noriko solo agacho lentamente la cabeza; - Volvamos a clases te parece?

Ambas entraron por la puerta de las escaleras y mientras lo hacían el único pensamiento que invadía a Noriko era “ el único club al que quisiera entrar es al de la humanidad”.



- Esta es la ultima caja.

- Vaya que eres de gran ayuda…como dijiste que te llamabas?; E..Eriot?; era una pila de cajas, posiblemente de pescado traído desde Hokkaido; al señor Suzuki le encantaba el pescado de esa región y solía encargar todos los lunes, su figura delgada y nariz puntiaguda lo hacia ver como una cigüeña, sus mejillas pálidas y carentes de color no le ayudaban mucho pero lo que mas llamaba la atención eran aquellos dedos largos, tan largos y puntiagudos como brochetas.

Eliot sudaba como si el maratón hubiera terminado hace un minuto, su jadeante aliento hacia que la persona se alejara lo mas que pudiera, había perdido algunos kilos desde que llego a Japón desde México pero aun conservaba algo de su robusta figura:- No se preocupe, siempre es bueno ayudar a los inquilinos del edificio, llevo aquí un par de semanas y aun no conozco a todos: secándose el sudor con la toalla; - Quiere que le ayude con alguna otra cosa; - No, no al contrario yo soy el que debería de ofrecerle mi ayuda; agitando la mano.

- No se preocupe señor..; lanzando una mirada al buzón de la puerta; - Suzuki, Suzuki Koji; haciendo una ligera reverencia; - No desea entrar y tomar un vaso de te; el rostro agotado y empapado de Eliot creo que era una señal abismal, su rostro parecía gritar “ Arrójenme a una tina de agua” pero como Eliot ya comprendía algo de modales japoneses cortesía de Carolina solo hizo una ligera reverencia - Bueno Koji Kabuto…SUZUKI!; golpeándose la frente.

A diferencia del departamento de Elion, el cuarto del señor Suzuki se veía tan espacioso, su departamento contaba con una habitación extra y pudo notar una etiqueta con el nombre de “ Noriko “ escrito con tiza rosada en un pizarrón en forma de pato colgado en la puerta de la derecha; - Es usted casado señor Suzuki; acomodando los zapatos a lado de la puerta.

Hubo un momento de silencio mientras Eliot se acomodaba en el centro de la habitación, justamente donde se ubicaba una mesa de madera a lado de un montón de cojines, la habitación en si era extraña, todo estaba únicamente acomodado sin ningún orden en particular, como si hubieran sido acomodadas en orden de las cajas que fueron abiertas. Eliot se ponía nervioso cada que escuchaba el golpeteo de la cuchara con la taza; - Dos o tres de azúcar señor Eliot; Eliot tras hacerse de interesante solo señalo con dos con los dedos mientras estiraba las piernas debajo de la mesa.

El señor Suzuki sirvió las tazas de te junto con algunas galletas de supermercado; - Disculpe, nunca he sido un buen anfitrión y…; - No, no esto esta perfecto, yo nunca he sido un buen invitado; de nuevo un chiste malo que no sirvió para romper una lúgubre atmosfera; - Le preguntaba si era usted casado señor Suzuki. Negando con la cabeza;- No, nunca lo he sido; - Ah! Es que vi el nombre en la puerta y; la mirada de Suzuki se endureció un poco; - Es de mi hija Noriko; los ojos de Eliot saltearon un momento y no por la respuesta sino por el te caliente; - Ah tiene una hija, que interesante, por el tono duro del señor Suzuki prefirió omitir el hecho de que ya la conocía y por supuesto el hecho de que le había invitado un helado.

- Si bueno... es una historia poco apropiada para las visitas usted entiende; sorbeteando la taza; - Claro, claro no se preocupe; Eliot no tenia idea de lo que Suzuki había dado a entender así que únicamente se limito a sobetear tan rápido como su lengua podía soportar el te verde.

La escuela es un recuerdo ambiguo, algunos la recuerdan con fervor, con buenos deseas, les dibuja una gran sonrisa entre esas mejillas regordetas y rosadas mientras que a otros simplemente paso, sobrevivieron y quieren olvidarlo tan pronto como puedan, pero en algo que todos estaremos de acuerdo en que siempre te encontraras a las mismas personas en el salón de clases.

Noriko sentía que su patrón no estaba definido aunque en realidad lo estaba, era débil y las personas débiles sufren y mas en un salón de clases porque todos sabemos que los niños pueden llegar a ser aun mas crueles que los adultos.

Noriko era como un pequeño gatito, su mirada atraía a las miradas de las personas lo cual no es bueno; no todos desean darles unas palmaditas a los gatos.

- Suzuki Noriko; de nuevo se ha saltado la clase; frente a Noriko estaba la maestra Haruhi, una mujer de 28 años con unas largas piernas blancas, unos gruesos labios siempre teñidos de rojo y un excelente trasero en forma de melocotón; - Me sentí un poco mal;

- Claro! De tener la cabeza en las nubes seguramente; un ligero hilo de risillas infantiles invadió el salón.

El salón de clases, con sus 6 hileras de 5 personas cada una, los chicos no se podían quejar ya que la alta colegiatura era bien invertida, los pupitres de primera; de madera pero de primera totalmente café con la silla color beige.

Justo en la primera fila; hasta adelante pegada a la puerta se sentaba Ayumu, detrás de ella las gemelas Sanao; unas chicas delgadas cuya boca bien podía ser un girasol abierto por sus dientes salido. Ambas siempre vestían con un moño el cual tenía que contrastar por regla con el de la gemela. Por ejemplo; hoy Chiyo Sanao ( quien era una experta en el arte de hacer curry) usaba uno con motas blancas con el fondo rojo y su hermana Sumire usaba motas rojas en un moño blanco.

En la segunda fila se encontraba el gritón de Nagato; un chico tan gordo que tan solo de verlo sientes tus estomago tan lleno que hasta te dan ganas de vomitar y mas si volteas a ver el enorme lunar junto a la nariz con ese largo pelo. Un imán para las chicas seguramente.

Detrás de el se encuentra el delgaducho de Tamada quien su raquítica figura lo hace idéntico a una vara de bambú, nunca habla con nadie, solo se la vive pegado a su pequeña computadora portátil y es por eso que todo mundo lo llama “ data base”.

Detrás de el se encuentra Masao; un chico que es bastante popular porque su padre es un político conocido, es un chico que si bien no es galante, se defiende con su cabello corto y su brilloso sonrisa, su piel es blanca pero siempre anda bronceado. Saca buenas notas y es el encargado de la clase todo mundo lo conoce como “ ouji” (príncipe).

En la siguiente fila se encuentra Kayako; una chica cuya larga cabellera le cubre siempre el rostro, las chicas del instituto la llaman “ sadako” por su parecido con la chica del aro, sus piernas son largas al igual que sus brazos y siempre trae puesto mallas, sin importar el bendito clima siempre trae unas mallas color negro.

A dos lugares sigue otra chica, su nombre es Chiharu y es la imagen de la novia perfecta, la amiga incondicional y el autentico sol dentro del aula de clases, la chica que es prácticamente la Idol de la escuela y a quien todos conocen y admiran, no solo por sus excelentes notas, su largo cabello, su delgado cuello y su piel siempre blanca es blanco de envidia, su cuerpo es tal que cualquier estudiante vendería todo lo que tiene y mataría a toda su familia por tan solo 5 minutos en solitario con ella y junto a ella la “ marciano del celular” cuyo nombre terrícola es Mayumi, con piernas regordetas y un cabello color castaño, siempre esta mandando mensajes por celular aunque cuenta con muchas amigas en el instituto parece que solo es feliz mandando mensajes desde su celular. Dicen que los mensajes los manda a una madre nodriza y que en realidad ella esta investigando a los humanos para una posible invasión.

Al fondo de la fila se encuentra “ el grillo” un Otaku coleccionista de insectos cuya fama no le ayuda a acercarse a las chicas, de hecho ellas mismas le dieron ese apodo al ser tan delgado, sus manos cuentan con dedos tan largos que parecen a los de la mantis religiosa y finalmente en el asiento de la ultima fila tenemos a oppai D y a oppai E o bueno, como sus padres le pusieron, Harumi Matsugane y Yoko Remoto quienes son las que dirigen el mercado de chismes y amenazas entre las chicas del instituto.

Digamos que su busto hace que los profesores dirijan su vista hacia otro lado mientras ellas se encargan de sembrar terror en el baño de la escuela.

Estudiantes comunes para una clase igual de común, con muchos mas estudiantes sin embargo para Noriko todos eran como latas de espagueti con carne sobre pupitres sin valor alguno. Lentamente se movía a su asiento justo a lado de Kayako mientras Matsugane la señalaba susurrándole algo a Harumi.

Mientras las horas pasaban el cielo se nublaba mientras Noriko no levantaba la cabeza de su asiento, con sus finos oídos de felino podía entender todo el cuchicheo de Harumi “ Me gusta su bolsa”, “ que horror de bolsa”, “ la tonta se cree gato”, aquellas palabras resonaban en su cabeza igual que los truenos que azotaban la caprichosa tarde de verano.

Noriko cayo en un profundo sueño mientras el profesor de física buscaba la atención de los estudiantes con la aburrida formula para calcular la presión atmosférica; nadie recuerda el sueño ligero pero todos concordamos con que se siente y para ella era como recorrer los callejones de la gran Ciudad, comiendo de la mano de desconocidos, paseando por lugares oscuros y desconocidos observando entre la oscuridad a la gente con esos grandes y amarillos ojos para finalmente gritar en medio de la noche como una linda y serena gatita.

El sonido del trueno la levanto súbitamente, el salón de clases se encontraba casi vació salvo algunos estudiantes que aun repasaban en silencio, en el rincón una pareja de novios discutía por un mensaje de otra chica.

Lentamente Noriko se levanto del asiento;- Ni siquiera pudieron levantarme para irme a dormir a mi casa; Guardando las cosas en la maleta.

Nadie se entero de aquella lluvia, solo es escuchaba el incesante golpeteo de la lluvia combinado con los tímidos pasos de una aun medio dormida chica, sin darse cuenta golpea con la mochila a una chica de a lado “ Cuidado idiota”; - La idiota es a la que su novio engaña; la otra chica solo mosqueó el labio; - Anormal.

Anormal era una palabra que ya había perdido cualquier significado negativo para Noriko, se detuvo un momento sobre el barandal, algo dentro de ella le hacia volver hacia atrás, la sensación de montar de nuevo ese tren directo a casa le provoco una nausea terrible que le hizo correr al baño.

Si hablamos de dimensiones desconocidas quizás una de ellas es el baño de mujeres, por fuera la fachada es la de un baño común y corriente, 5 lava manos, cuatro letrinas, paredes cubiertas con mármol amarillo y azul y un aroma a arsénico que solo el liquido barato para baños puede desprender.

Noriko llego arrastrándose al baño y dejo ahí hasta la ultima gota de desayuno, sus rodillas raspaban con la sucia superficie de baño mientras con sus manos rodeaban la taza del inodoro levanto su vista. Las paredes rayoneadas entre kanji y garabatos, frases como “ vas a morir”, “ Izumi eres una puta”, “ Noriko apestas a orines de gato”, al leer el ultimo soltó una risa incontrolable.

Una risa que trato de ahogar con la mano, una risa profunda – Orines de gato! Ni a mi se me había ocurrido; limpiándose las lagrimas con sus manos, poco a poco como las gotas de agua que descienden por la ventana la sonrisa se convirtió en un leve sollozo; - No debo llorar….los gatos no necesitamos a nadie cierto?; acurrucándose a lado de la taza de baño; - Esta gente debería de morir; Noriko saco de la mochila sus llaves y lentamente rayo en la pared del cubículo “ TODOS DEBEN MORIR ATTE. NORIKO”

Acento la cabeza y esbozo una gran sonrisa; - Buen trabajo, buen trabajo. Luego de guardar sus llaves, volvió a levantarse sin embargo su vista se clavo en un mensaje; “ ¿HAZ OIDO HABLAR DE LOS SILENCIADORES NORIKO?” Su rostro se congelo por un instante, su mirada; con extrañeza se acerco al mensaje tallado en madera cuando de repente como un trueno se escucho una explosión de risas.

- Que mala eres Yoko!; - Me vas a decir que no se lo merecía Harumi Chan. Noriko lentamente bajo la mirada y se acurruco en el cubículo del baño; - Deberías de joderla mas no crees?; maquillándose; - Te refieres a Neko chan?; estirándose las pestañas; - Si, a la rareza hay que tratarla como rareza; ensalzando sus grandes pechos con perfume; - No se, no se ve que sufra, parece que le gusta que la molesten; - Harumi Chan! Recuerda que nosotras no molestamos a nadie!; ambas explotan de risa.

HaruMi pone su mano hacia delante; - Porque en este mundo solo debe haber cosas lindas; Yoko da un brinco hacia adelante; - Porque este mundo es para princesas; Harumi da una voltereta para terminar tocando la espalda de Yoko; - Porque el Dios Kawaii nos ha encomendado una misión; Harumi apunta con el dedo como si fuera una pistola; - Erradicar a la gente asquerosa.

Ambos se miraron seriamente, lentamente Harumi se acerco a Yoko, le toco con el dedo la punta de la barbilla y lentamente atrajo sus labios a los suyos; - Que se haga lo que el dios Kawaii quiera; sonriendo; - Totalmente de acuerdo, a fastidiar a la Neko Chan hasta que se lance de la azotea.

Entre el trueno se escucho el golpeteo de las zapatillos desaparecer del baño; Noriko temblaba dentro del baño, ni siquiera la saliva pasaba por esa garganta totalmente cerrada “ no puedo escapar” se decía así misma mientras se levantaba, de nuevo miro el letrero que ella misma recién había tallado, lo miro con desprecio y apretó el puño, lo iba a golpear cuando de nuevo escucho cuchicheos.

Eran solo murmullos, pequeñas risas y un largo cuchicheo. En la mente de Noriko solo existía la idea de que eran ellas, lentamente levanto estiro sus pies para levantarse pero resbalo. Los cuchicheos se terminaron, lentamente Noriko se acerco a la puerta para escuchar mejor, solo pudo escuchar entre el tenue sonido de la voz “ Noriko”.

Hubo un poco de exaltación y de nuevo acerco el oído lentamente a la puerta del baño cuando un fuerte golpe retumbo en todo el cubículo. Noriko se hizo encogió y corrió a ocultarse hasta atrás pero justamente ahí, en un momento di silencio sintió como la pared de a lado volvía a ser golpeada. – BASTA!;

Rápidamente Noriko se levanto mientras se escuchaban unas fuertes carcajadas. Al igual que la tranquilidad después de la tormenta se escucho un enorme silencio solo se podía escuchar la agitada respiración de Noriko quien después de tragar saliva lentamente se agacho, quería escapar pero también estar segura de que el silencio no era una trampa.

Lentamente miro debajo de la puerta cuando vio pasar unas pequeñas y peludas patas que le hicieron dar un sobre salto, parecían solo las de un pequeño gato, de nuevo lentamente se asomo por el pequeño espacio, no había ni pies, ni piernas era de nuevo un fantasma en el baño cuando con un trueno se volvieron a escuchar risas y un enorme golpeteo que venia de todas las direcciones.

Noriko lanzo un enorme alarido que fue callado por una lluvia que cayo sobre su cabeza, era agua, un agua tan repulsiva y verde, con un olor a drenaje y pedazos de cabezas de pescado, que empapo totalmente su uniforme, agito su cuerpo para quitarse incluso los pequeños gusanos que ya se esparcían en su cabello.

Lanzo un alarido y abrió la puerta del baño sin siquiera querer mirar atrás, un baño que se encontraba vacío salvo la turbulenta y misteriosa mirada de un gato blanco con rallas grises.

Noriko corrió sin siquiera mirar a las personas que la miraban espantados, sin detenerse atropellando a maestros y alumnos hasta llegar a los casilleros, ni siquiera se cambio de zapatos y corrió a la puerta del colegio donde se detuvo.

Ya no tenia aliento, ya no tenia fuerzas y esto apenas comenzaba, en medio de una lluvia veraniega encontró un paraguas totalmente destrozado, lo reconoció fácilmente como el suyo, la lluvia casi había borrado el mensaje en el suelo pero era aun claro “ LA NIÑA GATO VA A MORIR”

Continuara…







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